"En los últimos quince años durante mi primer semestre de clase, he leído cada lunes a mis estudiantes breves citas de obras en verso y en prosa no necesariamente ligadas al tema del curso monográfico [...]En este espacio experimental, que yo llamaría de manera impropia "extra-institucional", he tenido la impresión de compartir con mis estudiantes la manera sana y auténtica de relacionarse con los clásicos. Las grandes obras literarias o filosóficas no deberían leerse para aprobar un examen, sino ante todo por el placer que producen en sí mismas y para tratar de entendernos y de entender el mundo que nos rodea."
He aquí una parte de la introducción de la obra Clásicos para la vida, una pequeña biblioteca ideal, de Nuccio Ordine. Este profesor italiano, autor de libros de enorme influencia, evidencia en este libro una forma diferente de entrar en contacto con el alumno. En su caso, con alumnos universitarios.
El autor expone unas líneas de alguna obra al inicio de la clase para fomentar el debate sobre la materia, aunque no sea originalmente el supuesto de su asignatura. Pero comprende que, incluso en edad adulta, es necesario generar debate sobre nuestra sociedad actual a través de la lectura de clásicos.
Considero que esta fórmula no sólo es muy apropiada, sino que permite trabajar de forma directa en asuntos que generan mucho debate en la actualidad, pero que sin embargo tienen un poso pasado de mucha enjundia, así como lecciones morales de una potencia realmente única.
De estas lecturas expuestas, me quedo con una, la que encabecé mi presentación del Trabajo de Fin de Máster de profesor de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato. Supone la idea que debe transmitirse a un alumno, o a una persona sobre el desarrollo de su propia vida. Es un texto de Costantino Cavafis (1863-1933), llamado Ítaca:
Mantén siempre Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino
Pero no tengas la menor prisa en tu viaje.
Es mejor que dure muchos años
y que viejo al fin arribes en la isla,
rico por todas las ganancias de tu viaje,
sin esperar que Ítaca te vaya a ofrecer riquezas
Ítaca te ha dado un viaje hermoso.
Sin ella no te habrías puesto en marcha.
Pero no tiene ya más que ofrecerte
Aunque la encuentras pobre, Ítaca de ti no se ha
burlado
Convertido en tan sabio, y con tanta experiencia
ya habrás comprendido el significado de las Ítacas.
Lo que importa, dice nuestro autor, es el viaje, no la meta. Ahí reside el fondo de la cuestión docente. No consiste en que los chicos aprendan para un examen. Tienen que aprender para ellos mismos, no para los demás. Y nuestra misión es que comprendan el por qué esto es tan necesario.
Estoy totalmente de acuerdo, tu blog me parece super interesante, ¿Seguirás publicando contenido?
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